A punto de dar carpetazo al 2015 y con ganas de estrenar el 2016, es un momento adecuado para hacer balance y compartir aquellas reflexiones que nos han acompañado a lo largo de estos 12 meses. Para ello, comparto contigo 12 posts con los que he disfrutado especialmente.
El lado oscuro del pensamiento positivo
El pensamiento positivo sin un comportamiento positivo coherente es una gran mentira. Y un comportamiento positivo se construye desde la aceptación de aquello que no puedes decidir, de aquello que nunca podrás cambiar y de la actitud con la que tu llenes la botella que en muchas ocasiones ni siquiera has elegido.
La serenidad permite regular correctamente la emocionalidad no placentera, enriqueciendo la consciencia y el domino de los estados de ánimo. La serenidad genera el sano optimismo que facilita centrarse antes en las oportunidades que en las limitaciones.
La comodidad relaja y descuida los objetivos. Dice Toni Nadal de su pupilo Rafa que es el tenista que más partidos ha ganado jugando mal. Y eso se debe a como ha forjado su carácter a lo largo de su vida deportiva. Un carácter que le impide dar por perdido un partido.
Solo cumples los años que decides vivir
Acumulan vida aquellos que hacen más y dicen menos, los que se comprometen con la acción en lugar de con los discursos, porque solo se escucha una vez lo que dices. Luego se escucha lo que haces.
Descubrir nuestro talento requiere indefectiblemente de la necesidad de aprender a gestionarse a uno mismo, conociéndose y mirando hacia dentro más que mirando hacia fuera.
Los entornos estables han dado paso a lo que ahora empezamos a llamar el mundo V.U.C.A., en el que la estabilidad y el crecimiento sostenido da paso a un nuevo escenario caracterizado por la presencia de cuatro factores que crearán un nuevo marco de referencia en el que nos moveremos: Volatilidad, Incertidumbre (Uncertainty), Complejidad y Ambigüedad.
La volatilidad de un entorno que nace con una naturaleza cambiante y que induce a estimular dinámicas de cambio a gran velocidad.
La incertidumbre que hará altamente impredecible el futuro más inmediato.
La complejidad de agentes asociados a cada decisión, qué provocará efectos colaterales derivados de la hiperconectividad de cada área que abordemos.
La ambigüedad de la información que generará altas dosis de duda y desconfianza.
La arrogancia nacida del éxito
El Hibris es el término utilizado en la antigua Grecia para definir el orgullo desmedido que hace caer a un héroe o la arrogancia desmesurada que causa sufrimiento al inocente.
Esta arrogancia es muy visible cuando se empieza a perseguir el crecimiento más allá de donde se puede abarcar con la excelencia que nos ha llevado al éxito, así como en la negación de la posibilidad de que el proyecto pueda estar en peligro debido a amenazas externas o erosión interna.
Claves para descubrir a un equipo comprometido
Las dos principales claves para construir compromiso sobre la base de una confianza previamente bien consolidada radican en buscar la mejor solución posible y no el consenso de inmediato y abrazar la incertidumbre.
Cuando se pidió a los 75 miembros del Consejo Asesor del Stanford Graduate School of Business que recomendaran cual era la cualidad más imprescindible para trabajar en los líderes, la respuesta fue prácticamente unánime: El autoconocimiento.
Las personas, equipos y organizaciones que actúan como zorros se caracterizan por la complejidad de sus estrategias y por la dispersión de sus acciones. Sin embargo quienes actúan como erizos destacan por la sencillez y simplicidad de sus estrategias.
Generar protagonistas en un equipo de trabajo pasa por tener en cuenta ciertos aspectos:
No caer en la trampa de las etiquetas.
Escuchar con autenticidad a las personas, permitiendo que expresen libremente sus necesidades y sus anhelos de desarrollo. Las personas que se sienten escuchadas, se sienten respetadas como seres humanos.
Generar contextos estimulantes e incómodos donde cada persona encuentre la posibilidad de desafiar su talento y aprender.
Estimular la necesidad de autoevaluación previa al feedback del líder.
Cada vez que ofrecemos la posibilidad de que un niño participe en las decisiones que le implica su día a día, estamos respetándole como persona. Si el adulto toma las decisiones por el niño, ¿cómo lo interpretará el niño?. Es curioso como exigimos a los adultos que tomen decisiones en cualquier situación cotidiana y sin embargo no facilitamos los momentos para que los niños se entrenen en una competencia tan importante como esta.
Feliz 2016 !!!