El lenguaje genera realidad. Sin duda alguna, la función generadora del lenguaje, creadora nuevas realidades es una herramienta poderosa para líderes empresariales, educadores, padres y entrenadores que, diariamente, hacen uso de su lenguaje para acompañar el desarrollo de las personas con quienes colaboran.
Y una de las palabras más poderosas que pueden existir para poner en valor a las personas que forman parte de un equipo, de una familia o de cualquier colectivo es la palabra protagonista.
El término protagonista viene a sustituir a palabras que limitan el campo de acción de las personas y que, por el contrario, permite ofrecer posibilidades de acción más allá de palabras tradicionales que servían a modo de corsé limitante.
En el mundo del deporte, cuando un entrenador trata a sus jugadores como protagonistas, trasciende con ello el hecho de hablar de titulares y suplentes. Esta distinción lingüística que aprendí de Víctor Sánchez del Amo, aporta una nueva dimensión al empoderamiento de personas que entrenan a diario y que no siempre pueden desempeñar su profesión cuando llega la competición. Sin ir más lejos, ciertos deportes colectivos no permiten que todos los componentes de un equipo puedan competir siempre. Si bien las propias reglas del juego impiden esta posibilidad, la labor del entrenador reside en ser capaz de dar protagonismo a todos sus jugadores a lo largo de la semana de entrenamiento, resaltando la importancia de las aportaciones individuales en pos de la mejora del equipo.
Los educadores hacen protagonistas a sus alumnos cuando los ponen en el centro del aprendizaje, estimulando su responsabilidad y creyendo ciegamente en sus capacidades para aprender y crear. Recordamos a nuestros mejores maestros como aquellos que nos hicieron sentir importantes, porque apostaron por nosotros y porque vieron en cada uno de nosotros el potencial de lo que podíamos llegar a ser.
Generar protagonistas en un equipo de trabajo pasa por tener en cuenta ciertos aspectos:
No caer en la trampa de las etiquetas. Explorar las infinitas posibilidades que los seres humanos tenemos para aprender y desarrollarnos.
Escuchar con autenticidad a las personas, permitiendo que expresen libremente sus necesidades y sus anhelos de desarrollo. Las personas que se sienten escuchadas, se sienten respetadas como seres humanos. Al sentirnos escuchados y por tanto, respetados, construimos nuestro sentimiento de pertenencia a un equipo.
Generar contextos estimulantes e incómodos donde cada persona encuentre la posibilidad de desafiar su talento y aprender.
Estimular la necesidad de autoevaluación previa al feedback del líder. Un aprendiz se siente protagonista cuando se le permite autoevaluarse antes de recibir un feedback externo. Si no es así, la dependencia por la retroalimentación externa disminuye las posibilidades de desarrollo.
El protagonismo va más allá del puro desempeño de las tareas. El protagonismo se siente cuando se encuentra el espacio donde se aporta valor a un colectivo. Quizá el mundo empresarial necesita mirar hacia los entrenadores y maestros excelentes que hacen que sus deportistas y alumnos se sientan actores principales de sus aprendizajes. El protagonismo estimula la motivación intrínseca de las personas, que no necesitan de estímulos externos cortoplacistas para hacer su trabajo con excelencia.
Si facilitamos que nuestros aprendices se sientan protagonistas conseguiremos personas altamente motivadas para retar sus límites sin necesidad de vincular performance a premio externo.
Creo que merece la pena intentarlo.
Querido Álvaro:
Ser protagonista es aquello para lo que hemos «venido» a este mundo. Como muy bien dices, y comparto, no siempre se puede ser titular en la alineación de la vida, pero la propia estima, el aprecio de cada quién por sí mismo, eso es algo que cada maestro, cada padre, cada jefe, cada persona, está (estamos) obligada a alentar en los demás. Dar es, siempre, el primer escalón vital, necesario para poder recibir. Por lo que no queda otra, humanamente hablando, que apreciar a los demás si quieres que te aprecien. Y es tan fácil de hacer…Abrazos