Los más de 1000 estudios realizados sobre liderazgo en los últimos 50 años no han sido capaces de definir los rasgos y características de los grandes líderes.
George, Sims, McLean y Mayer analizaron el concepto del liderazgo auténtico en un artículo de imprescindible lectura publicado en 2007 en la Harvard Business Review, entrevistando a 125 líderes.
Cuando se pidió a los 75 miembros del Consejo Asesor del Stanford Graduate School of Business que recomendaran cual era la cualidad más imprescindible para trabajar en los líderes, la respuesta fue prácticamente unánime: El autoconocimiento.
Para desarrollar un liderazgo auténtico se requiere asumir la responsabilidad de desarrollarse a si mismo. Y esto se consigue cuando el auténtico desafío reside en ser capaces de entendernos a nosotros mismos lo suficientemente bien y saber en qué lugar debemos desarrollar nuestro potencial para servir a los demás.
Al fin y al cabo el liderazgo auténtico no se basa en la historia de éxitos y fracasos que podamos acumular, sino más bien en el hecho de generar experiencias de vida a través de las cuales podamos desarrollar nuestro autoconocimiento.
El aspecto más destacable que surgió de las entrevistas que desarrollaron estos expertos en management fue que el liderazgo emergía de sus historias de vida, en la que decidieron enfrentarse a situaciones difíciles a los largo de los años y esto les transformo en más humanos y vulnerables.
Encontraron ciertos aspectos a los que los entrevistados dieron especial relevancia:
La práctica de los valores y principios fundamentales de sus vidas. Esos valores que se ponen a prueba en situaciones de estrés. Puede resultar sencillo dejarse guiar por los valores en los momentos en los que las cosas van bien, pero no es tan sencillo en situaciones de mucha presión.
Equilibrar las motivaciones intrínsecas y extrínsecas, entendiendo que las motivaciones intrínsecas son coherentes con los valores y sin duda, más gratificantes que las externas.
Construir equipos de apoyo en los que sostenerse y confiar, grupos y personas que puedan darles feedback constructivos aunque sean duros.
Integrar su vida incorporando y respetando las cuatro áreas de sus vidas: Trabajo, familia, comunidad y amigos. Ser capaces de mantener la autenticidad en cada una de ellas.
Los autores utilizan una preciosa metáfora que me encantaría compartir con vosotros:
“Piensa en tu vida como si fuera una casa, con un dormitorio para su vida personal, un estudio para tu vida profesional, un cuarto familiar para tu familia y una sala de estar para compartir con tus amigos. ¿Puedes derribar las paredes entre estas habitaciones y ser la misma persona en cada una de ellas?”
El liderazgo autentico requiere no olvidarnos de tomar siempre decisiones conscientes. Si no tomas estas decisiones conscientes, entonces será el mundo quien decida cómo serás el resto de tu vida. En muchas ocasiones las decisiones serán muy difíciles y pondrán a prueba tus valores y principios, tratarán de desequilibrar la integridad de tu vida y tratarán de alejarte de tus motivaciones más intrínsecas. Y ahí es donde se pondrá realmente a prueba tu auténtico liderazgo.