Ya sabes, querido lector o querida lectora, que este blog surge desde lo pequeño y tan solo ambiciona aportar, pulgada a pulgada, breves reflexiones con el deseo de que resuenen de vez en cuando en cada uno de quienes leen y comparten estos pequeños textos escritos con cariño.
En muchas ocasiones alguno de vosotros me escribe diciéndome que parecía como si hubiera estado pensado en él (o ella) al escribirlo.
Hoy tan solo te dejo pequeñas reflexiones por si alguna de ellas conecta de alguna manera con tu “momento” aportando una nueva mirada, acercando luz o generando más preguntas. No busques conexión entre ellas porque no la tienen. O quizá si, eso depende de si quieres que la tengan. En eso consiste la sincronicidad.
Pequeña reflexión #1: En un futuro que fue ayer, donde todo cambia y en el que las supercomputadoras aportarán más y mejor respuestas que los seres humanos, quizá nuestro papel sea el de plantear continuamente nuevos problemas. Sin embargo parece que lo único que nos deja tranquilos es encontrar soluciones en lugar de provocar nuevas dudas. No valoramos a aquellos que hacen preguntas sino a aquellos que responden correctamente. Tengamos menos miedo a preguntar y más miedo a la ignorancia.
Pequeña reflexión #2: Hay personas que pasarán de niños a viejos sin haber sido nunca adultos. Verdaderos maestros de la evasión y el escapismo, con imperceptible autocrítica a los ojos humanos que les sumerge en una inmadurez patológica. Posiblemente sean fruto de la falta de herramientas que necesitaron aprender desde pequeños. Siempre podemos aprender si queremos.
Pequeña reflexión #3: No aceptar las criticas de los demás es una sutil manera que tienen algunas personas de no atreverse a trabajar con otros. Atreverse a trabajar en equipo requiere dejar de ser prisioneros de nuestras propias certidumbres y abrazar nuestras dudas más profundas compartiéndolas con otros. Dudamos porque vivimos conscientemente, porque conocemos mucho pero nunca suficiente. En eso consiste vivir.
Pequeña reflexión #4: Evolucionar se cocina a fuego lento. No trates de que aprendan rápido, intenta que aprendan con calma, cuando estén preparados, porque los aprendizajes para toda la vida no se llevan bien con las prisas. Es mentira lo que algunos piensan sobre estar preparados antes que los demás. La vida cambia tan rápido y tan caprichosamente que solo en la serenidad descansa el aprendizaje profundo y duradero. Cuando entendemos que las mejoras se hacen despacio, sin atajos y con disciplina, comprendemos las claves de las personas y organizaciones excepcionales que perduran en el tiempo. Y ¿no consiste en que nuestra excelencia perdure en el tiempo?
Pequeña reflexión #5: Esta te la regalo a ti, Robert. Tú bien sabes por qué. Un ganador no es quien siempre gana, porque nadie gana siempre. Un ganador es quien cree infatigablemente en la victoria. Tú te has demostrado que eres pura victoria y cuando uno se cree ganador se gana a si mismo para siempre.
Hacer preguntas es un camino que implica algo tan básico como la humildad. No parece que sea lo que ahora «se lleva». Como muy bien dices, tener respuestas (más bien contestaciones, porque las respuestas son otra cosa) es lo que parece que andamos buscando. Quien pregunta mucho resulta incómodo.