“Si crees que no puedes mejorar no sabes nada de la vida”(…) “Eso no significa que vayas a ganar más”. Con estas palabras se dirigía Rafa Nadal a los aficionados y a la prensa después de convertirse en el primer tenista de la historia en conseguir 8 títulos en el mismo Grand Slam.
Aproveché a releer mis notas del libro RAFA, que Nadal escribió junto a John Carlin y, no sé si fruto de la casualidad o no, uno de los párrafos que primero leí se ajusta a la perfección con la gran lección que nos pone en bandeja esta victoria: “Resistir significa reconocer, admitir que las cosas son como son y no como me habría gustado que fueran, y mirar hacia delante, no hacia atrás, lo cual significa hacer balance de lo que hay y pensar fríamente”.
Nadal ya no es un deportista. Con 27 años se ha convertido en uno de esos pocos ejemplos de cómo el deporte es capaz de ir más allá de los objetivos establecidos.
Cuando los modelos que nos rodean y nos empapan a diario hacen hincapié en batir nuevos records y en ir más allá de los límites para ser más rápido, más fuerte u ocupar el número uno, nos encontramos con un chico cuya motivación está en «intentar mejorar en cada momento, jugar con toda la pasión que tenga, disfrutar de estos momentos y disfrutar de la competición o cuando estás en apuros y tienes que encontrar soluciones» (…)»La motivación es amar el deporte, valorarlo y disfrutar de lo que uno hace»
Cuando comparto tiempo de formación con deportistas o directivos y trato de transmitir el concepto de que lo importante no es el objetivo, sino el proyecto que lo integra, siempre me hubiera gustado tener un buen ejemplo que poner. Ahora Nadal me lo sirve en bandeja.
Cuando has conseguido algo que nadie antes había logrado y tus palabras alimentan la importancia de poner el foco en el proceso, en la manera en la que caminas hacia la consecución de un proyecto personal, entonces es que has entendido el secreto del éxito.
Lo que te mueve es el amor y la pasión por lo que haces. No lo digo yo, lo dice Nadal, pero bien podría salir de la boca de muchos otros que aman lo que hacen y hacen lo que aman. Tan sencillo de decir y tan laborioso de conseguir.
Amar, valorar y disfrutar. Tres ideas claves que se convierten en el motor de la transformación del ser humano
«Los que no dudan es porque son arrogantes. Por supuesto que tengo dudas, pero trabajo para estar aquí. Si no trabajo es seguro que no vuelvo» Quien no duda no crece. Ese es el motivo por el que la duda nos abre de par en par las puertas al crecimiento y a la transformación.
http://www.youtube.com/watch?v=8_t1bB_UrhA
Grande Rafa, gracias.