Una creencia no es otra cosa que una opinión transformada en hecho. Damos por verdad opiniones personales que consideramos que son tal y como las vemos. Cuando esas creencias son compartidas por un colectivo o una sociedad se transforman en paradigmas. En muchas ocasiones los paradigmas son tan inflexibles que obstaculizan los cambios.
En el video de Sir Ken Robinson, autor de un estupendo libro llamado El elemento, podréis reflexionar sobre la necesidad de romper paradigmas en relación a la escuela y a la educación.
Permitirme que mi reflexión también pueda aportaros otro punto de vista, por supuesto basado en mi opinión, sobre la necesidad de revisar los paradigmas que hemos establecido en el ámbito formativo y que, a mi entender, no nos permiten desarrollarnos tal y como nos gustaría.
Solo entiendo el APRENDIZAJE COMO UN PROCESO ABIERTO, es decir, sabemos como empieza pero no sabemos con certeza hasta donde nos llevará. El aprendiz debe ganar confianza gracias al aprendizaje y esa confianza se basa en dos elementos fundamentales: la responsabilidad y la sensación de sentirse acompañado en el proceso de aprendizaje.
Por mucha responsabilidad que queramos dar a un aprendiz, si luego le abandonamos a su suerte, lo que estamos haciendo es aumentar su miedo a lo desconocido. Os pongo un ejemplo: Imaginemos que estamos enseñando a nadar a nuestro hijo. Entendemos que el niño tiene miedo (el agua no es un entorno que le de seguridad). Nosotros le ponemos los elementos de flotación para reducir su percepción de miedo y empiece a nadar. Lógicamente el protagonista del aprendizaje y quien debe meterse en la piscina es el niño. Nosotros jugamos el papel de facilitadores del aprendizaje y de compañeros de viaje, es decir, le ofrecemos que tome responsabilidad y le preparamos un entorno de seguridad para aprender y siempre le acompañamos (estamos cerca de él aunque no le toquemos). En esto consiste generar confianza.
Pues muchas veces, en el día a día, nos llenamos la boca diciendo que los niños tienen que aprender a ser responsables, bla, bla, bla … y luego los adultos DESAPARECEMOS porque debemos hacer otras cosas importantes. ¿qué hay más importante que generar contextos de confianza?
Otro concepto importante que debemos revisar es el RETARDO DE LA RECOMPENSA. Se han hecho estudios para estudiar este factor clave del éxito. A varios grupos de niños se les ofreció un pastel para tomarse en ese mismo instante pero se les dio la oportunidad de no hacerlo y esperar una hora a que volviera un adulto que les traería otro pastel. De esa manera, si esperaban una hora sjn comerse el pastel su recompensa sería doble. Lógicamente hubo niños que se comieron el pastel y no esperaron y otros que esperaron el tiempo solicitado y tuvieron su dulce recompensa. Estudios longitudinales de esos niños cuando fueron adolescentes y posteriormente adultos trabajadores, demostraron que quienes esperaron esa hora, quienes retrasaron la recompensa, obtuvieron mejores resultados académicos y profesionales.
Sería interesante reflexionar sobre la facilidad con la que recompensamos a los niños por esfuerzos mínimos. La sobreprotección es una forma de agresión a los aprendices
Buen inicio de semana