Ayer leía en la edición dominical del periódico El Mundo un artículo relacionado con el libro ¿Es usted un psicópata? de Jon Ronson que mañana martes saldrá a la venta en España.
La doctora Martha Stout, psicóloga y profesora de Harvard explica que los mismos rasgos del carácter que impulsan a determinados directivos hacia la élite en sus puestos de trabajo, son los que empujan a otros psicópatas a asesinar y robar. Los rasgos a los que se refiere la profesora Stout son la locuacidad y el encanto personal, la falta total de empatía y conciencia, un ego desmesurado y una alta capacidad para mentir sin ningún tipo de remordimiento.
Estos psicópatas que adoran el poder, son los responsables de que se inicien tantas guerras, que se genere tanta injusticia económica y que entremos en las crisis financieras de tan colosal envergadura como la que nos está tocando vivir actualmente.
Pero, ¿qué rasgos definen a estos psicópatas?
En primer lugar, una escasa profundidad en sus sentimientos ya que normalmente suelen fingirlas.
Adolecen de una falta de empatía que les impide ver más allá de sus propias necesidades, no siendo capaces de identificar las emociones de los demás.
Otra de las características de los psicópatas es su ego elevado al máximo exponente. Esto, posiblemente les haga carecer de autocrítica, viendo tan solo la culpa en los demás.
Su ausencia completa de remordimientos les limita la visión de las personas clasificándolas tan solo en dos grandes grupos: los depredadores y las presas. Aprovecharían cualquier debilidad observada en los demás para sacar el máximo partido.
Son locuaces y tienen un encanto social lo que les permite dar una primera impresión muy positiva en procesos de selección. También, según el autor, pueden destacar como personas enigmáticas, lo que hace que aumente su atractivo para las organizaciones
Su falta de remordimientos les permite tomar decisiones muy rápidamente ya que hay variables emocionales que descartan desde el principio, por lo que sus decisiones olvidan por completo el factor humano.
Son manipuladores, aunque utilizan la sutileza para conseguir sus propósitos. Seguramente ellos se perciban como lideres de alto potencial y con dotes de influencia y seducción, pero en ningún momento su influencia la orientan a desarrollar a las personas con las que trabaja o con las que se relacionan sino, más bien, para conseguir sus objetivos personales.
Mientas os escribo esto me viene a la cabeza más de una cara conocida que podría encajar perfectamente en esta descripción, y ¿a vosotros?
Revisar este video, que os resultará muy descriptivo:
Buena semana para todos