¿Te imaginas un trabajo en el que tu mayor desafío profesional consiste en pasar desapercibido?¿Elegirías un trabajo en el que cada vez que tienes éxito no recibes ni una sola caricia emocional?, ¿Decidirías optar por una profesión en la que se te exige no equivocarte nunca?, ¿te imaginas en un trabajo en el que debes tomar decisiones bajo la mirada inquisitoria de millones de personas? ¿te visualizas trabajando rodeado de personas que tratan de engañarte para su propio beneficio?
Durante más de 18 años he trabajado acompañando a árbitros de fútbol en su ilusión por llegar a lo más alto de su profesión. Llegar a dirigir un partido en un Campeonato del mundo de fútbol es el sueño de miles de ellos que, desde muy jóvenes, entrenan y compiten cada fin de semana por llegar al deporte de alto rendimiento.
En Brasil, tres de ellos, los representantes españoles, son parte de mi vida profesional y por supuesto de mi vida personal. Los que les conocemos sabemos que conseguir competir en Brasil es el fruto de años de dedicación obsesiva, disciplina espartana y pasión desmedida por algo que aman desde que eran adolescentes cuando decidieron empezar esta “extraña” profesión.
En ellos descargan los aficionados su ira, sus frustraciones más profundas, en busca de un culpable que justifique la razón por la que sus equipos no alcanzaron sus objetivos.
Desgraciadamente, como tantas cosas en la vida, los niños y niñas futbolistas han crecido observando como los adultos han agredido verbalmente, vilipendiado y desacreditado esta imprescindible labor, para que puedan practicar su deporte favorito. Y cuando llegan a adultos, se convierten en los primeros agresores de los colegiados.
Todos los árbitros que están en la élite del fútbol han demostrado y siguen demostrando en cada partido su capacidad para trabajar en equipo, para tomar decisiones bajo situaciones de alta tensión emocional, para manejar la emocionalidad de muchos jóvenes deportistas y no tan jóvenes entrenadores que, en muchas ocasiones, tratan de engañarles saltándose las reglas. Personalmente me gustaría tener personas como ellos en mi equipo de trabajo; personas que no van a dudar cuando deben decidir, con un alto sentido de la responsabilidad, que saben que su labor está lejos del glamour sino más bien, cercano al olvido. Las luces son para otros, lo suyo es defender el “error cero”.
Un jugador en un mal partido puede esconderse entre sus compañeros. Incluso el entrenador puede sustituirle para que otro compañero entre en su lugar e intente hacerlo mejor. En el próximo partido tendrá una nueva oportunidad. Pero para un árbitro esto tampoco es posible. Si tienes un mal día te aguantas, si cometes un error no puedes esconderte y cuando lo haces perfecto, pocos reconocen tu labor.
Muchos aficionados tienen la idea preconcebida de que su trabajo consiste en los 90 minutos que dura un partido pero lo que desconocen es cómo estos “deportistas de élite” se preparan física, mental y emocionalmente para competir al más alto nivel. Su entrenamiento para mantener su autocontrol emocional y para saber gestionar la emocionalidad colectiva en cada minuto de un partido es una tarea que a diario deben perfeccionar para conseguir pasar desapercibidos: su gran desafío profesional. De pocas cosas estoy más orgulloso profesionalmente que del hecho de haber participado en el desarrollo de su carrera deportiva como árbitros de élite mundial. Vaya mi admiración y mi respeto más profundo por la valentía de ser árbitro.
Chapó Álvaro…! Gracias por hacer presente entre todos la gran labor que hacen estos profesionales y recordarnos la importancia de hacer el esfuerzo de ‘ser más empáticos’ e intentar ver más allá. Eres un gran profesional
Son grandes profesionales y llegar tan lejos solo es fruto de su trabajo diario.
He leído atentamente esta entrada.
Aunque como diría un gran entrenador lo único justo que existe en el fútbol es el balón,el arbitraje también es muy injusto tanto en el terreno de juego como fuera de el.
Creo que ser arbitro es lo mejor que me ha pasado en mi vida,es cierto que me ha quitado muchísimas cosas,pero me a aportado muchísimas mas.
Conocer ciudades,personas,compartir momentos y por supuesto…madurar como persona.
Es cierto que hay que pasar desapercibido,pero creo que esto va mas allá del simple partido (pre-partido,post-partido),aunque bien es cierto que siempre es bueno pasar desapercibido y por supuesto lo mas importante es acertar.
Muchas gracias Alvaro por este post por mostrar la parte humana del arbitro y yo personalmente te agradezco todo el tiempo que nos has dedicado.
Un fuerte abrazo
Daniel Carrasquilla
Hola Dani, tu eres uno de esos. Hemos reído, nos hemos enfadado y hemos pasado grandes momentos juntos. Grandes momentos de aprendizaje juntos. Gracias amigo
Alvaro ya sabes que siempre me acordare aquel día del palo en la casa de campo…siempre lo pongo de ejemplo a mis alumnos o siempre que tengo que poner algún ejemplo de superación.
Siempre podre decir que aquello marco un antes y un después tanto en mi vida arbitral como en superarme en otros objetivos de la vida.
Siempre podre decir que eres una persona que dejas huella.
Un fuerte abrazo amigo.
Eres un crack amigo. Grandes momentos con y sin palo 🙂
No somos conscientes de cuan importante es el árbitro en cualquier disciplina deportiva. Entre otras cosas, sin ellos no habría deporte.
Un jugador de fútbol, que en mucho casos cobra ingentes cantidades de dinero, puede fallar tres goles ante puerta, errar en un despeje que cuesta un gol e incluso «borrarse» del partido si las cosas se ponen feas. Bastará un gol en el último minuto con la más extravagante carambola para que todo ello se olvide y sea ensalzado por todos.
Si eres árbitro podrás acertar el 99,99% de tus decisiones, un sólo error (que muchas veces es más que cuestionable) bastará para ser tildado de malo, casero/anticasero, o cosas mucho peores. Eso sí, el futbolista que acierta un 50% (o menos) de sus oportunidades es un ídolo de masas.
Es triste, pero es así
MI reconocimiento a todos los árbitros, las únicas figuras que, pudiendo ser determinantes en un partido, no tienen afición… bueno si, sus familiares y amigos.
Querido Carlos, todos tus comentarios son siempre acertadísimos. Millones de gracias.
Me parece que lo que dices está cargado de razón y que los aficionados al fútbol no ponderamos en su justa medida la labor arbitral.
Efectivamente, tomar decisiones en décimas de segundo no es tarea fácil y requiere valor y acierto plenos, como comentas.
Muchas de las veces que discutimos decisiones arbitrales, seríamos incapaces de posicionarnos claramente al respecto, aún viendo 18 veces la jugada.
Vaya pues mi apoyo y reconocimiento a su labor y especialmente a aquellos que se juegan el tipo en campos infames sin dosis alguna de popularidad ni reconocimiento público.
Un abrazo
Amigo, muchas gracias por tu comentario y aportación al foro. Deberías saber cuanto trabajo hay detrás de sus actuaciones.
Un fuerte abrazo