El Foro Económico Mundial ha publicado en 2017 su informe de Capital Humano, con el subtítulo de “Prepara a las personas para el futuro laboral”.
Entre sus múltiples conclusiones cabe destacar cómo se pone en evidencia muchos de los sistemas educativos actuales que han quedado obsoletos a la hora de responder a las demandas actuales y futuras en los entornos laborales.
Muchos siguen enfocados en el desarrollo de habilidades cognitivas, en materias muy tradicionales que poco o nada tienen que ver con las habilidades que este informe explicita como entrenamientos de alto valor para un futuro que ya está aquí.
Los tres principales entrenamientos, las tres principales habilidades que este informe hace aflorar son la resolución de problemas complejos, el pensamiento crítico y la creatividad.
Es interesante destacar, con respecto al informe anterior que la creatividad está alcanzando un protagonismo relevante en los nuevos escenarios profesionales.
De igual manera, entran en este top 10 habilidades como la inteligencia emocional y la flexibilidad cognitiva.
Es preocupante observar como estas demandas futuras siguen sin ser entrenadas actualmente en los niños. Y en aquellas escuelas donde ya se están entrenando, aún se hacen bajo la mirada desconfiada e incrédula de padres que parece que siguen actuando como lo hacían sus progenitores hace más de 40 años.
Si analizamos un poco en detalle estas habilidades podemos ver como 5 de ellas tienen mucho que ver con el desarrollo de una inteligencia social, colectiva, donde la interacción con la personas se ha convertido en un innegociable para navegar con ciertas garantías en las turbulentas aguas del futuro.
¿Dónde aprender estas habilidades?Parece evidente que en la escuela tradicional no vamos a encontrar la respuesta.
Sin embargo en el juego libre en el caso de los niños pequeños, en el deporte, en la música, las artes y en todos aquellos contextos donde lo rígido se echa a un lado para dar protagonismo a lo informal es donde podemos encontrar respuestas a estas preguntas y nuevas preguntas que nos exigirán volver a encontrar respuestas.
Ya no consiste en aprender a leer y escribir lo antes posible. Es necesario comprender, relacionar, desaprender.
Si nuestros abuelos trabajaron en el mismo trabajo casi toda su vida, nuestros nietos trabajaran en al menos 10 trabajos diferentes. O quizá nuestros nietos se dediquen a cosas a las que ya no llamen trabajo.