“Tener curiosidad es mantener siempre vivo el deseo de aprendizaje”
Siguiendo con el último trabajo publicado por Jorge Valdano, mención especial merece el sexto de los once poderes del líder: el poder de la curiosidad. Y Jorge lo personaliza en la figura de Pep Guardiola. Era predecible que Valdano pusiera como ejemplo a Guardiola ya que no es la primera vez que hace referencia al que fuera jugador azulgrana y actualmente entrenador del Bayern de Munich. Recuerdo que siempre elogiaba su liderazgo moral dentro del campo. Ahora, en los 11 poderes del líder, Valdano resalta su curiosidad como motor de cambio, de innovación y de valentía.
Las cuatro lecciones que se destacan de este poder de la curiosidad son:
– “Si funciona, arréglelo” Apoyado en la afirmación de Peter Drucker, uno de los padres del management, las transformaciones hay que hacerlas cuando las cosas funcionan. Básicamente esta afirmación se basa en la idea de que somos más permeables al aprendizaje y por tanto al cambio en contextos de éxito
– Las variaciones no deben tocar la esencia. Esta lección me parece básica y muchos de los que me conocéis, sabéis que es una máxima para mi. Todo es negociable menos tu esencia, menos lo que te define. De hecho, cuando sacrificas lo que te define dejas de ser tú. Hacer el ejercicio de descubrir tu esencia lleva tiempo pero es de vital importancia para establecer relaciones sanas desde lo profesional o personal. Si antes de iniciar cualquier tipo de relación dejas claro cuales son tus innegociables te cuidas y ayudas a los demás a saber qué es importante para ti. En un equipo de fútbol o en una organización empresarial esto nunca debe olvidarse. Puedes modificar comportamientos, ajustar expectativas pero nunca prostituyendo tu esencia. El éxito no vale nada si la esencia se ha perdido.
– Cuando un equipo se sitúa ante nuevos desafíos, se mantiene alerta. Después de ganar los 6 torneos en los que competía el Barcelona a lo largo de una temporada es muy complicado mantener el estado de alerta de una persona y mucho menos de un equipo. Desde mi punto de vista este fue el gran legado que Guardiola ha dejado en el Barça: demostrar que las personas pueden seguir teniendo hambre después de llenar sus estómagos.
– Cambiar obliga a los demás a un nuevo esfuerzo de adaptación. Cambiar constantemente no solo es bueno para tí sino que los demás deben de hacer un esfuerzo extra por volver a leer el nuevo escenario y reinventarse permanentemente. Al fin y al cabo es un acto de generosidad con los demás. El Barcelona de Guardiola le ha hecho un gran favor al resto de equipos españoles y europeos que han tenido que replantearse sus hábitos y volver a retarse para generar nuevas maneras de enfrentar sus desafíos.