Esta semana he compartido muchas horas de trabajo y entrenamiento con un grupo de alumnos que han apostado por hacer camino en el mundo de la gestión del talento de las personas.
Permíteme, querido lector, que sintetice algunas de las reflexiones compartidas con ellos y que ahora saboreo y enriquezco un poco más con descanso y reflexión. Si, además, te sirve a ti para avanzar un paso más en el descubrimiento de tu potencial, entonces habrá merecido la pena escribir este post:
- Lo que determina nuestro éxito es cómo manejamos nuestros fallos. Si los evadimos y no los aceptamos estaremos esquivando las oportunidades de desarrollar nuestro potencial. No fallar es no permitir explorar las posibilidades de nuestro talento. Nos convertiremos en victimas de nuestros “éxitos” más superficiales.
- La paciencia consiste en saber adaptarse a los ritmos naturales de las cosas. Aguardar y confiar en que el talento surge cuando estás preparado pero trabaja duro para generar las oportunidades. El trabajo duro le gana al talento cuando el talento no trabaja duro.
- El desconocimiento que tenemos de nuestro verdadero potencial hace que no nos enfrentemos a los verdaderos desafíos que se presentan frente a nosotros. Es más, tratamos por todos los medios de disminuirlos para validar nuestro miedo y darle más poder aún.
- Sólo si vamos más allá de nuestros objetivos y soñamos nuestro proyecto podremos apoderarnos de él, hacerlo nuestro y comprometernos verdaderamente.
- Si pensamos en nuestro futuro mirando a nuestro pasado solo obtendremos la confirmación de que no somos capaces y por tanto no lo intentaremos. Será como andar un paso hacia delante y dos pasitos hacia atrás. Como muy bien dice el Dr. Alonso Puig “construir desde el pasado hacia el futuro es una forma muy limitante de inventar el futuro”. Por ese motivo es mucho más interesante que construyamos nuestro proyecto desde el futuro y que luego retrocedamos al presente.
- Ver a otra persona con un filtro limitante es no dar opciones a que su talento pueda desarrollarse. Las etiquetas nos limitan y nos empequeñecen.
- Cualquier persona es capaz de dar lo mejor de si mismo frente a un desafío siempre que no se sienta intimidado. La intimidación nace del miedo del agresor disfrazado de determinación. Pero de lo que hablamos es de amenazas y solo amenazan los impacientes porque la impaciencia es una manifestación del miedo.
- No busques tu talento donde sea fácil buscarlo sino donde realmente debes buscarlo. Y recuerda que es mejor encontrar que buscar. Busques o encuentres hazlo siempre con generosidad y desprendimiento.
Un seminario muy enriquecedor que me acerca un pasito más a la construcción de mi proyecto