Un estudio liderado por el investigador sueco Jan Ekstrand de la Universidad de Linkoping y publicado en 2017, ha demostrado que existe una correlación entre los estilos de liderazgo de los entrenadores de fútbol y el nivel de lesiones de los jugadores. Puedes leer el artículo científico publicado en el British Journal of Sports Medicine, aquí.
El estudio fue realizado recogiendo datos de 36 equipos de fútbol de nivel élite en 17 países a lo largo de 4 años ( de 2012 a 2016).
El liderazgo de los entrenadores que se apoyan en un estilo democrático y participativo está asociado a:
Niveles elevados de motivación y rendimiento.
Mejor desarrollo y aumento de habilidades
Mayor bienestar y satisfacción
Reduce la agresión
Aumenta la disposición para hacer sacrificios personales por el bien del equipo.
Sin embargo, estilos de liderazgo más autoritarios y rígidos pueden provocar el aumento del estrés del jugador y una disminución de sus capacidades. Y es este aumento de los niveles de estrés el que está relacionado con el riesgo de lesión.
El estudio de Ekstrand et al. ha demostrado la correlación que existe entre los diferentes estilos de liderazgo de estos entrenadores y las lesiones de los jugadores de equipos de élite.
Algunas de las principales conclusiones de este estudio nos dicen que:
En los equipos en los que sus entrenadores utilizan un estilo más democráticoy participativo (a lo que los investigadores se refieren como liderazgo transformacional) existe una disminución de la incidencia de lesiones graves.
La incidencia de lesiones graves en estos equipos fue de entre un 29% y un 40% menor en los equipos en los que sus entrenadores comunicaron una visión clara y positiva del futuro, apoyaron al equipo, les dieron reconocimiento y les estimularon adecuadamente.
El carisma del entrenador no tiene impacto en la disminución de lesiones.
El desarrollo de las capacidades del cuerpo técnico también está correlacionado con una disminución de un 33% del riesgo de lesiones.
Si esto lo extrapolamos a un entorno laboral quizá pudiéramos entender muchas de las lesiones que los trabajadores sufren, debido a los “mal entendidos estilos de liderazgo” que no responden en ningún caso a las necesidades de las personas que forman parte de los equipos de trabajo.
No confundamos nunca un estilo participativo con un estilo poco exigente. En la élite es imprescindible tener altos estándares de exigencia. Pero esto no está nunca reñido con un trato respetuoso y digno de las personas que participan en un proyecto deportivo o laboral. Las personas responden mejor cuando se les trata bien y se les exige al nivel de sus capacidades