No es la primera vez que desde este blog: (http://alvaromerinojimenez.wordpress.com/2011/12/12/invictus/ ) o desde uno de mis libros he dedicado mi más sincero homenaje a la figura de Nelson Mandela (http://www.lideditorial.com/novedad/libros/1002084014101/dirige-vida.1.html)
En estos días son muchos los artículos, comentarios, posts y columnas de opinión en las que se ha ensalzado a una de las figuras más importante del siglo XX.
No quiero, ni me apetece, dejar pasar una semana sin aportar mi pequeño granito de arena en la reflexión sobre la figura carismática del líder sudafricano.
Desde este blog tan solo me gustaría resaltar alguna cualidad, que si bien es muy conocida, quizá por eso mismo pueda incluso pasar desapercibida
Quizá lo que siempre me ha enamorado de la figura de Mandela es el poder de su sonrisa. En el libro El factor humano de John Carlin hay un pasaje que, para mí, fue revelador: “Entonces vi a Mandela con aquella camiseta, agitando la gorra en el aire, con aquella sonrisa enorme y especial que tenía. Estaba tan contento. Era la viva imagen de la felicidad. Se reía sin parar, y pensé, solo con que le hayamos hecho feliz en este momento, ya es suficiente”
La sonrisa es el resultado de la libertad interior de Mandela. La libertad de decidir que su actitud frente a la vida era la de la reconciliación y el perdón como motor de transformación de una sociedad necesitada de un gran líder, que estuviera a la altura de las circunstancias. No todo el mundo puede presumir de tener la sonrisa verdadera con la que Mandela vivió. El poder de una sonrisa como la suya es el gran legado que nos deja. Nadie recordará a Mandela de otra manera que con su sonrisa reconciliadora, serena y profundamente confiada.
El otro gran regalo que nos deja( o al menos que yo me llevo) y que lo perpetuará en mi memoria por siempre, es el valor y el coraje de enfrentar sus miedos y ser la metáfora de la valentía para millones de surafricanos.
«Aprendí que el coraje no era la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre el miedo. Un hombre valiente no es aquel que no siente miedo, sino aquel que lo conquista».
Por último me quedo con esta frase a la que me atrevo a añadir una reflexión más: «El avance nunca es el resultado del esfuerzo individual se trata siempre de un esfuerzo y de un triunfo colectivo»
Lo que añado es que, ese avance, (y sucedió en el caso de Mandela) es la suma de múltiples errores, que no por ser errores, evitan que puedas avanzar. Muchas veces el éxito consiste en sumar miles de pequeñas y grandes imperfecciones que te hacen conseguir tus sueños.
Gracias Madiba, tu vida ha merecido la pena.
Álvaro: como siempre… eres tan asertivo en tus blogs, me fascina leerte. Coincido contigo. Me llevo la frase que nos compartiste: «Muchas veces el éxito consiste en sumar miles de pequeñas y grandes imperfecciones que te hacen conseguir tus sueños» Fuerte abrazo desde León, Guanajuato, México.
que belleza, de comentario, he leído varios, pero el tuyo en su simpleza, me lleno de mucha esperanza. Gracias.
Alvaro,te leo, cada vez que me invitas a través de linkedin. En este caso, esperaba algo más…
Es verdad que la vida de Mandela ha valido la pena, pero no olvides que las cosas se miden también por los resultados. El de Mandela transita entre el triunfo incondicional de la libertad frente a la opresión y el fracaso absoluto de la gestión política y personal. Deja un país caótico, que su capacidad política fue incapaz de rescatar, sumido en la desigualdad, el racismo, la corrupción y la violencia. Y una familia que se disputa sus despojos como una manada de ratas hambientas…sí, es mejor que recordemos su sonrisa…
Un abrazo
Hola Gustavo, muchísimas gracias por tu comentario. Creo que todos tenemos nuestras luces y nuestras sombras. Eso es innegable. Lo que me parece importante es quedarnos con aquello que puedas aprender de cada uno. Yo me suelo quedar con la apuesta de este hombre por la paz y por tratar de solucionar un problema de una manera diferente.
Fíjate nosotros en España que seguimos sacando a flote cosas de una guerra de hace casi 100 años. Sudafrica necesitará otros cuantos Mandela para salir de donde están. Pero estas personas son ejemplos, son gestos que necesitamos los demás para ser un poco mejores cada día. Yo pienso mucho en el legado que me gustaría dejar cuando me vaya. Espero que me recuerden más por mis luces que por mis sombras.
Y gracias por tu feedback
Abrazos !