La noticia saltó a los medios de comunicación en el 2010. En el 2012 Didier Lombard, presidente de France Télécom fue procesado por el presunto acoso moral que provocó que más de sesenta trabajadores se suicidaran a lo largo de tres años. En 2007 Lombard diseñó un plan para despedir a 22.000 empleados y cambiar de destino a otros 14.000.
Para ello se perpetró una estrategia del terror utilizando métodos propios de la edad media. Se vinculaban los bonus de los mandos intermedios al cumplimiento de los objetivos de despidos. Bien podía sonar este caso al famoso estudio de Zimbardo en la Universidad de Stanford. Algo así como poner precio a la cabeza de ciertos trabajadores. Un juego de Tronos por el que cada despido suponía una recompensa para los cazadores.
Los métodos utilizados para conseguirlo eran de lo más variado. Desde desplazar a personas para que les resultara imposible conciliar, abandonar a trabajadores en oficinas vacías o degradar a personas altamente cualificadas para realizar trabajos muy por debajo de sus capacidades. El método de la silla vacía era el más utilizado en este caso, moviendo a los empleados continuamente de sitio y dejándoles sin sillas y mesas de trabajo. Sus responsables directos les sometían a reuniones semanales en el que se perseguía denigrarles y humillarles sistemáticamente. El objetivo era conseguir que forzaran sus renuncias voluntarias y no tener que compensarles por sus despidos.
Algunos se suicidaron en sus propias oficinas o se clavaron cuchillos al estilo del harakiri japonés en medio de una reunión de trabajo.
Otros, siguieron al pie de la letra las palabras de Lombardi, cuando en 2006 advertía que “pueden estar seguros de que voy a hacer que se vayan de una forma o de otra, si no es por la puerta, será por la ventana”.
¿Cómo es posible llegar hasta este extremo de deshumanización en pos de la codicia más miserable? ¿Cómo podemos llegar a comportarnos de manera tan miserable durante un periodo de tiempo tan prolongado? ¿Cómo se puede llegar a adiestrar y manipular a personas para que puedan llegar a hacer algo tan pueril con compañeros y colaboradores?
Este es un caso flagrante que ha salido a la luz y que se ha convertido en el ejemplo más evidente de las organizaciones que pierden su alma y que pretenden alimentar su codicia a cualquier precio. Sin embargo y sin llegar a estos extremos, son aún demasiado frecuentes los métodos que siguen poniendo como único foco los resultados a cualquier precio, utilizando a las personas como recursos consumibles mientras son productivos y una vez amortizados son sustituidos por nuevos recursos.
Milagros Pérez Oliva en un reciente artículo de opinión en El País hace referencia a una frase de Zygmunt Bauman
https://www.youtube.com/watch?v=NrtLhpUMb6k
“El progreso se ha convertido en algo así como un persistente juego de las sillas en el que un momento de distracción puede comportar una derrota irreversible y una exclusión inapelable. En lugar de grandes expectativas y dulces sueños, el progreso evoca un insomnio lleno de pesadillas en las que uno sueña que se queda rezagado, pierde el tren o se cae por la ventanilla de un vehículo que va a toda velocidad, y que no deja de acelerar»
Quizá sea un romántico y por eso seguiré luchando para que el valor del ser humano gane alguna batalla a la miserable usura disfrazada del “Impossible is nothing”
Es increíble como una fracción muy pequeña de seres humanos, pero con gran poder mediático, han convertido nuestros valores más elementales que como seres humanos hemos construido, en una mercancía burda y barata que se nutre y agiganta a costilla de minusvalorarnos. Si como sociedad no nos abocamos a poner al frente de nuestros trabajos y enmiendas diarias aquellos valores más loables que hemos logrado construir por mucho tiempo, estaremos inevitablemente a merced de tan indeseables actitudes, que conducen a un empobrecimiento de la sociedad y de la humanidad. No permitamos desde nuestro ámbito de acción, que mentes y corazones perversos hagan que nuestros hermanos sufran las consecuencias de nuestra inacción.
Situacion que se vive en todo el mundo.
Fortalecer nuestra inteligencia emocional..punto de partida de quienes pretenden manejar la voluntad de los demas..
Saber que nadie puede con nuestra mente.
Solo si lo permitimos.