Después de un par de semanas compartiendo reflexiones sobre estados emocionales negativos como el resentimiento y la resignación, esta semana me gustaría entregaros una mirada más positiva y enriquecedora del futuro. En el lado opuesto a la resignación, donde nos rendimos frente a un futuro al que le hemos etiquetado de imposible de afrontar, se encuentra el entusiasmo. Este estado de ánimo, esta actitud frente a un futuro entendido como un océano de posibilidades y oportunidades de indagación marca la diferencia entre miradas empobrecidas y las enriquecidas.
Mihaly Csíkszentmihályi, uno de los padres de la psicología positiva escribe: “una persona puede hacerse a si misma feliz o miserable independientemente de lo que en realidad esté sucediendo fuera, tan solo cambiando los contenidos de su conciencia. Todos conocemos individuos que pueden transformar situaciones desesperadas en desafíos que superar, simplemente por la fuerza de su personalidad. Esta capacidad de perseverar a pesar de los obstáculos y retrocesos es la cualidad que la gente más admira en los demás y con justicia, porque es probablemente el rasgo más importante, no sólo para tener éxito en la vida, sino también para disfrutarla”
La clave para generar estados de ánimo en los que nos sentimos empoderados es la libertad intima de querer aprender. El acto de querer aprender pasa por aceptar nuestra fragilidad frente al mundo en cambio permanente, pasa por percibirnos como eternos principiantes entusiasmados por lo nuevo, por lo incierto. Y querer aprender lleva implícito ser valiente, tener el coraje y la perseverancia que Csíkszentmihályi expone en su texto. Aprender es territorio exclusivo de los valientes, ya que aprender no es otra cosa que afrontar aquello que te da miedo.
http://www.youtube.com/watch?v=a7NuCsEo8JU
¿Has aprendido alguna vez algo de verdad cuando estabas cómodo? ¿has hecho una mejora profundamente significativa cuando todo era fácil o cuando has gastado tu tiempo en convertirte en una victima perfecta?
El entusiasmo nos abre más kairós, más espacios de oportunidad, donde descubrir espacios de aprendizaje que desde el presente transforman nuestro futuro y por tanto, nos transforman a nosotros mismos.
Pero, ¿dónde aprendemos a tener estos estados de ánimo? ¿de dónde bebe esta emocionalidad? ¿es una cuestión de unos pocos afortunados?
Todo lo que hacemos cuenta y todo lo que nos decimos cuenta. Cada vez que nos colocamos frente a situaciones adversas, desde pequeños, ya estamos tomando decisiones en el pasado que afectarán a nuestro presente. Y ahora nuestro presente determina nuestro futuro, del mismo modo que nuestro pasado nos ha traído hasta nuestro presente.