Durante muchos años las emociones han sido apartadas de nuestro pensamiento por ser consideradas estériles para la razón e incluso nocivas. En palabras del profesor Leslie Greenberg la naturaleza nos ha dotado de un sistema emocional como una ventaja adaptativa.
Seguramente una de las funciones principales de las emociones es la relacionada con la adaptación al medio en el que vivimos. Las emociones nos preparan para la acción, nos informan si las cosas van bien o mal, así como del estado de nuestras relaciones. ¿Te habías dado cuenta de ello?
Las emociones son fundamentales para generar aprendizajes así como para tomar decisiones. El cerebro es incapaz de recordar el 100% de todo lo que vive y es gracias a las emociones que recuerda unos sucesos antes que otros. Quizá este video pueda ilustrarte más aún:
http://www.youtube.com/watch?v=-ptPkL0jNqo
De lo que nos habla el enfado es de que alguno de nuestros límites han sido rebasados o que no estamos recibiendo aquello que queremos o necesitamos. ¿has pensado que esos límites bien pueden estar relacionados con tus valores más primarios? ¿has pensado que tus reacciones más coléricas, tus perdidas de autorregulación emocional son provocadas cuando alguien o algo trasgrede lo más valioso de tu esencia?.
El miedo por su parte, nos informa de una situación de peligro. Sin duda nos está preparando para la lucha o para la huida.
La tristeza nos da información relacionada con una perdida importante así como que la necesidad de afecto y de amor no está suficientemente atendida. Nos prepara para disminuir nuestro ritmo vital y de esta manera asimilar la perdida.
La sorpresa nos dice que hay algo nuevo que merece la pena ser investigado.
El asco nos habla que lo que estamos experimentado es malo para nosotros y nos prepara para alejar de nuestra vida lo que nos produce desagrado. No solo lo relacionamos con el estado no saludable de alimentos. En muchos casos el asco aparece cuando vemos, por ejemplo, escenas de violencia desmedida o conocemos casos de abusos de menores.
La alegría nos informa de que hemos alcanzado una meta y nos prepara para la celebración. Sin duda, cuando estamos en el contexto adecuado la alegría nos aporta claves relacionadas con la importancia de sentir que en ese espacio podemos seguir indagando en la búsqueda de nuestro talento. Cuándo estás alegre haciendo algo y lo haces con alegría es porque estás en el sitio adecuado.