“Yo tenía dos opciones: potenciar mis cualidades o mejorar mis debilidades. Si hacía lo segundo me convertía en un tenista demasiado previsible. Al final, lo que paga las facturas son mis virtudes. No me veo haciendo lo que hacen algunos de pasar mil bolas con el revés e intentar no fallar para mejorarlo” Roger Federer.
La vida está llena de experiencias de aprendizaje a las que etiquetamos como aciertos y errores.
¿Aprendemos más de los errores o de los aciertos? ¿Cometemos más errores o más aciertos? Tengo mis dudas.
Te propongo hacer un experimento llamado la línea de la vida. Dedica un rato tranquilo en casa a hacer este ejercicio:
Dibuja una línea de vida que vaya desde tu nacimiento hasta el día de hoy. En la parte superior escribe todos aquellos momentos importantes de tu vida que catalogues como aciertos importantes y que puedas etiquetar como positivos. En la parte inferior haz lo mismo pero con aquellos sucesos que te ocurrieron en tu vida y que califiques como negativos, errores que cometiste. Puedes escribir igualmente sucesos que viviste negativamente aunque no fueran errores tuyos así como sucesos positivos que no fueron responsabilidad directamente tuya.
Te recomiendo que le dediques un tiempo largo en el que tengas la tranquilidad necesaria para reflexionar adecuadamente.
Una vez que lo hayas hecho, ve a la parte superior y pregúntate en cada hito que has escrito: ¿qué aprendí?
De la misma manera, en la parte inferior puedes preguntarte lo mismo, e incluso ¿cómo solucioné aquella situación?
Una vez completado el ejercicio te animo a que lo compartas con alguien que conozcas y que conozca tu vida. Cuéntaselo en primera persona. Seguramente que en la conversación que provoquéis surgen otras muchos momentos importantes que pasaste por alto.
Echa un vistazo al trabajo que has hecho y te invito a que te preguntes:
¿Hay más papeles en el lado positivo o en el negativo?
¿Qué te resultó más sencillo escribir, lo aciertos o los errores?
¿Qué has descubierto haciendo este ejercicio?
¿Existe algún patrón que se repite en esa línea de vida? ¿cuál es?
Algunas de las cosas que escribiste en la parte negativa, ¿realmente ahora las vives como errores?
¿Aprendemos de los errores o de cómo superamos los errores? Si crees que es lo segundo, posiblemente sea porque aprendemos mucho del acierto. Incluso cuando aceptamos que no podemos hacer nada después de cometer un error, la aceptación es un acierto maravilloso.
Estoy convencido que penalizar el error tiene terribles consecuencias para la creatividad, la valentía y el aprendizaje en general. También creo que es injusto decir que se aprende más del error que del acierto. De hecho, ¿estás donde estás por tus errores o por tus aciertos?
Yo sigo teniendo muchas dudas y te invito a que compartas tu opinión en el blog.