El 2014 ha sido un año repleto de aprendizajes, de emociones, de experiencias compartidas y de crecimiento personal y profesional del cual me siento muy orgulloso. Durante este año muchas de estas experiencias han quedado reflejadas en los post que lunes a lunes he ido compartiendo contigo. Al terminar este año me apetece recordar algunas de las reflexiones que he ido escribiendo en este blog y que más me han servido. Seguramente no sean las mejores, pero son las que más me han hecho reflexionar este año
Sobre la felicidad:
“Vivir con la ilusión de que el éxito trae la felicidad hace que vivamos cada vez más infelices.
“Quizá la felicidad tenga mucho más que ver con la serenidad que con la excitación por resolver problemas propios o de otros. La serenidad nos aporta la perspectiva necesaria para valorar lo que tenemos en su justa medida y aceptar lo que no tendremos nunca”.
Sobre nuestros proyectos vitales:
“Al correr vamos en busca de cosas que perseguimos pero cuando paramos somos capaces de atraer hacia nosotros todo aquello que deseamos”.
“Construir un proyecto es dotar de sentido a lo que hacemos. Nada tiene que ver con tener todo planificado sino todo lo contrario. Quién vive bajo el estricto control de su vida se encorseta y no deja espacio al disfrute”.
Sobre el descanso:
“Si queremos competir en cualquier área de la vida y si queremos obtener grandes resultados el mejor entrenamiento se basa en el descanso inteligente, en crear los colchones de tiempo necesarios para que nuestra mente y nuestro cuerpo estén perfectamente preparados”.
Sobre la excelencia:
“Existen muchas cosas que no somos capaces de hacer “ahora”. Quizá nos falten recursos y necesitemos tiempo, entrenamiento y una buena dosis de coraje para estar preparados”.
“Más allá de los resultados que conseguimos está en lo que nos transformamos mientras peleamos por ellos. Y eso requiere aceptar las renuncias y sacrificios necesarios para tocar con los dedos nuestra pequeña dosis de gloria diaria”.
Sobre el aprendizaje:
“Cada vez que sobreestimulamos a los niños desde fuera hacia dentro, matamos la capacidad que tienen para asombrarse y descubrir. Es decir, para aprender desde dentro hacia fuera. Esa es la manera más poderosa de adquirir conocimiento. Después ya vendrá la disciplina para anclar esos conocimientos. El asombro de un niño es su motivación natural y lógicamente, si no le ayudamos a alimentar ese asombro es muy complicado que el niño sea capaz de motivarse frente a situaciones nuevas y desconocidas. Al perder la capacidad para asombrarse necesitará más dosis de motivación externa para estar activo”.
“Tan solo el hecho de estar en disposición de cuestionarse, de retarse, de provocarse, de descubrir y de ser curioso, puede entregarte la seguridad de vivir disfrutando las oportunidades que se presentan”.
Sobre el juego:
“El poder del juego es infinito para la madurez del niño. En el juego se disfruta, de la misma manera que aparecen las frustraciones imprescindibles para madurar. Los niños aprenden a innovar, a competir, a mejorar los resultados de juegos anteriores, a probar sin miedo a equivocarse, a colaborar y cooperar con los demás. El juego es el contexto en el que las cosas suceden y donde todos los que hemos dedicado mucho tiempo a jugar, hemos aprendido a gestionar conflictos, a regular nuestras emociones, a aceptar la derrota como algo natural y a entender que al día siguiente tendríamos una nueva oportunidad porque lo de ayer ya pasó. También es en el juego donde decidimos elegir o ser elegidos por otros, y donde aprendemos que no necesitamos nada más allá que el poder de nuestra imaginación”.
Ojalá que estas reflexiones te puedan ser de utilidad en el 2015 ó en cualquier otro momento de tu vida.
Feliz año nuevo