Dejadme que en el blog de esta semana reflexione con vosotros sobre algún concepto de aprendizaje.
Aprender se reduce a aumentar las probabilidades de que las cosas que queremos ocurran. Nunca podremos tener el control total y absoluto sobre todas las variables del entorno pero si podemos incrementar las probabilidades de éxito si mejoramos aquellas sobre las que podemos ejercer control.
Fredy Kofman habla de que el Resultado = Capacidad de respuesta – Desafío ambiental
Será evidente que el resultado siempre será negativo si el desafío ambiental es mayor que la capacidad de respuesta que tenemos frente a el. Por ejemplo, si correr un maratón en menos de tres horas es un desafío mayor que nuestra capacidad fisiológica y de entrenamiento en un momento determinado el resultado que obtendremos no será positivo, es decir, no seremos capaces de correr esta distancia de 42 kilómetros en menos de tres horas.
Sin embargo si el caso es el contrario, es decir, si nuestra capacidad supera al desafío ambiental, entonces el resultado será positivo. El resultado positivo, para muchas especies que sobrevivieron a la era de la glaciación, radicó en su capacidad para adaptarse al entorno cambiante y por tanto poder sobrevivir. Aquellas especies que no respondieron adecuadamente terminaron desapareciendo.
Esta situación se vive continuamente en los entornos sociales y laborales. Las personas que no se adaptan a los entornos cambiantes terminan “desapareciendo” de las organizaciones. Parece por ello que la capacidad de adaptación aparece como una competencia clave para el aprendizaje.
Por lo tanto siempre encontraremos “sabelotodos” que son victimas del entorno cuyo resultado de aprendizaje será negativo y, antes o después, terminarán desapareciendo. Mientras, el aprendiz se considera protagonista de su aprendizaje lo que le facilitará su continua adaptación a las nuevas situaciones a las que se enfrente.
Estamos continuamente aprendiendo y cambiando nuestros roles de expertos y de aprendices. La vida nos ofrece situaciones lo suficientemente complejas como para decidir si nos percibimos aprendices o “sabelotodos”. Son tantas las oportunidades de aprender que cada día nos perdemos que si afrontáramos las situaciones como aprendices seríamos capaces de enriquecernos permanentemente y lo que es mejor, mejorar nuestro entorno afectivo.
Buen inicio de semana